sábado, 24 de junio de 2017

Cuaderno XXV

1121

Viajeros y sedentarios. En todo se diferencian salvo en la fe: los primeros creen haber hallado, por fin, su lugar de origen. Los últimos creen jamás haber salido de él.

1122

La oración es verbo mesurado. El grito es un estruendo del silencio. Soplos de aire de cuyas intensidades sabemos: en ninguno de los casos se dice nada. Para decir hay que sobrepasarse. Un exceso de sangre en una palabra podría cambiar el universo.

1123


La era de las telecomunicaciones no inauguró nada. Todo es arcaico y primitivo en ello. Desde el principio de los tiempos el hombre necesitó coexistir y la coexistencia sólo es factible por medio de las palabras. La ansiedad que produce a los modernos la idea de la desconexión, su experiencia circunstancial y momentánea, nos retrotrae a nuestro original pavor por el silencio.

1124


Dios creó al mundo con palabras y una semana después reparó en su error: fue el verbo, hablar lo hizo un igual a su creación. Para hacerse temer se cortó la lengua, abandonó la poesía, se exilió de la palabra. Unos interpretaron el gesto como fracaso, otros como arrogancia.

1125

Sólo la gente callada se contradice.

1126

La obra terminada es endeble si se le compara con aquella que aún está por iniciarse. Es este principio el que anima a todo escritor verdadero.

1127

La poesía no nos ayuda a superar el animal que somos, muy por el contrario, lo libera y nos libera con él devolviéndonos el don de la potencia.

1128

Lo físico, lo verdaderamente físico, es el vacío. Todo lo demás: cuerpo, objetos, materia, no es sino su lado negativo.

1129

El poema profundo está afuera del ser, como el alma, como los recuerdos, como lo real.

1030

Librarnos del discurso- digo bien: del deber de producir verdad- es todo lo que nos regala la poesía. Y es bastante.

1031

No sé nada sobre la voz del poeta. Puedo dar cuenta de que el poema habla desde afuera. Entiendo al poeta como un ser ambicioso que ha puesto la escucha en todas partes.

1032
La poesía no se deja contar.

1033
Un problema verdadero no tiene solución. Luego no es un problema sino una existencia que persiste.


1035
Sólo tiene sentido lo inexistente. Nacemos desprovistos de significado. El lenguaje es nuestro consuelo porque nos retorna a lo perdido.


1036
La gracia de lo que existe es precisamente no tener que justificarse ante sí. Carecer de sentido es estar vivo.

1037
Cada ciudad inventa a sus insomnes y a sus caminantes. Ellos son, después de todo, su medida.

1038
Una nota al inicio de cada libro que advierta "todo lo escrito acá es provisional", evitaría al también contingente lector, molestias semánticas.

1039
Crear es conmemorar y olvidar a la vez. Una acción precedida por otras y a partir de la cual habrá que fundar el devenir.

1040
Si una pregunta no tiene respuesta es porque ella misma encierra, intraducible al pensamiento, su resolución. La duda es la respuesta.

1041
Cuando Dios -en medio del silencio y la oscuridad- dijo Luz el verbo fulgurante irrumpió como réplica más que como invención. Así hasta hoy.

1042
Todo lo que se haga en el vacío es dado por cierto. La certeza es una interrupción de vacío y al mismo tiempo su afirmación. El vacío es la duda que circunda la certeza.

1043
El poema es un hecho del lenguaje, la poesía de la música. La danza es un hecho del cuerpo, el movimiento lo es del espacio. Etc.

1044
Metáfora la melodía, el gemido, incluso el ladrido. Probablemente todo lo sea.

1045
No sabemos que haya existido pensamiento antes de la expresión verbal ni tampoco poema. Filosofía y poesía nacieron de la misma carencia. ¿Esta competencia es por las palabras o por el silencio perdido?

1046
Si una pregunta no tiene respuesta es porque ella misma encierra, intraducible al pensamiento, su resolución. Lo que hizo posible la duda es la respuesta.

 1047
Todo lo que se haga en el vacío es dado por cierto. La certeza es una interrupción del vacío  El vacío es la duda que circunda la certeza.

 1048

No importa si la buscas afuera o dentro de ti: ten en cuenta que la verdad es tu oponente.

1049
Tacharás y en eso se te irá la vida. No tendrás tiempo de agradecer que haya habido para tachar.


1050
Crear es conmemorar y olvidar a la vez. Una acción precedida por otras y a partir de la cual habrá que reconocer el devenir.

1051

Ganas de vivir y ganas de morir. Estos dos arrebatos no siempre ocurren por separado. Con más frecuencia de la que somos capaces de reconocer, desgano y avidez se dan en un mismo deseo. Entonces, ni morimos ni resucitamos: escribimos. Escribir es, por tanto, vacilar entre vivir y morir. Lo aterrador de todo esto es que semejante estado de duda conlleve, sin embargo, a un permanente ejercicio de decisión. Palabras que se escogen entre palabras que se descartan. Una ficción entre muchas. Escribir nos sostiene en la frontera del inicio y cese del ser. 

1052

Morir es un modo de ser diferente. Tememos a la diferencia no a la muerte.

Cuaderno XXXI

                              Apuntes sobre el Haiku     *** Cuando no tengas nada que decir, escribe un haiku.    ***   ¿De qué hablamos en...